En este episodio volvemos a adentrarnos en las fases de la respiración, y, hoy en concreto, en la inhalación.
Ya has aprendido a hacer la respiración completa, y has practicado todas sus partes, si no es así te recomiendo volver al episodio 6 La respiración completa. Porque hoy vamos a refinar nuestra sensibilidad observando ese proceso de forma mucho más profunda.
También vamos a hacer una meditación para la eficacia y capacidad aeróbica, con la que podrás beneficiar enormemente a tus pulmones y mejorar con ello toda tu vida. Te recomiendo que no te la pierdas.
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Contenido
- Nombre y definición.
- Importancia del Prana
- Crear espacio sin forzar
- Práctica:
- Inhalación diafragmática
- Inhalación torácica
- Inhalación pectoral
Transcripción
Todos conocemos lo que es la inhalación, aquí no voy a descubrir nada nuevo a nadie. Pero es probable que te hayas conformado con saber que forma parte del proceso de la respiración, y no le hayas prestado nada de atención más allá.
Por ello me gustaría adentrarme hoy junto a ti en ella, para que descubras su importancia y todo lo que puede hacer por ti.
Yendo al origen, Puraka es el nombre que se le da a la inhalación en el idioma sánscrito. Pero esta palabra no se refiere a la inhalación en general, sino a una única inhalación.
A este proceso Iyengar lo define así:
el consumo de energía cósmica por un individuo para su crecimiento y progreso
Me encanta esta cita porque nos recuerda varias cosas. La primera es que tomamos energía cósmica, que me parece una expresión preciosa que explica a la perfección lo que es el Prana, y que va mucho más allá del simple oxígeno. De hecho, si recuerdas el episodio número 9 en el que hablábamos del Prana, ya introducíamos la idea de que a través de la respiración tomamos también conciencia. Así Iyengar nos recuerda que esos recursos sirven para nuestro desarrollo y evolución, y así deberíamos invertirlos.
Si aprovechamos los recursos que se nos ofrecen para ponerlos al servicio de un bien mayor, podemos crecer como seres humanos. Y es que gracias al sentimiento de conexión que nos aportan la respiración completa y el Prana podemos salir de nuestra propia individualidad y dejar a un lado el egoísmo.
Así que recuérdalo siempre, la inhalación es el consumo de energía cósmica por un individuo para su crecimiento y progreso.
Pero para ello es necesario que la respiración se produzca de forma consciente, y sea de calidad, por lo que debemos seguir trabajando con ella y no darla nunca por hecho., por lo que debemos trabajar desde la observación, si lo que queremos es ganar más consciencia.
Cuando hablamos de la inhalación, así como de todo lo que nos aporta, es fundamental que adoptemos una actitud receptiva, que nos mantengamos abiertos y permitamos que la inhalación llegue. Todo lo que podemos hacer es invitarla en entrar en nosotros, y para ello ofrecemos el espacio necesario para que acceda.
En ningún momento debe ser una acción forzada tratando de sujetarla o agarrarla.
El forzar las cosas es algo que hacemos a menudo en muchos aspectos de nuestra vida, creemos que todo nos pertenece y únicamente depende de nosotros y de lo que hagamos y consigamos, pero lo cierto es que el Yoga nos enseña cómo la vida ya tiene su propio ritmo y funcionamiento, y es mucho más efectivo aceptarlo y fluir con ello. Entendiendo que no es de tu propiedad, sino que es una parte tuya, como tú lo eres suya.
Piensa que el Prana no te pertenece a ti, no tienes ningún derecho sobre él, simplemente se te presta en un momento dado, por lo que lo mejor que puedes hacer es ofrecer tu mejor espacio para recibirlo, y una vez dentro de ti honrarlo y agradecerlo.
Desde este entendimiento, y con la práctica, la inhalación se puede recibir de forma suave, delicada y tranquila. Pero esto no implica que no sea una respiración plena y profunda, una cosa no quita a la otra. Pero no hay tensión ni esfuerzo en ningún momento del proceso. esta es la forma en la que la inhalación nos puede nutrir y elevar, sin generar ninguna perturbación. Todo lo contrario, y es que la inhalación va a apoyar siempre el resto de procesos y acciones que estemos realizando.
Todo en ti va a funcionar mejor si mantienes tu respiración consciente, profunda, y te aseguras de que no haya ningún tipo de tensión en ella.
Tu energía se recarga, tu postura crece, tu mente se aclara, todo se hace más estable, y puedes sentirte presente.
Por ello es fundamental que nos detengamos a revisar el proceso de la inhalación, y así lo vamos a hacer practicando los diferentes tipos de inhalación que forman parte de la respiración completa.
Te invito a seguir mis indicaciones para profundizar y refinar la técnica, y que vuelvas a ello siempre que quieras, sería ideal si lo tomaras como hábito y cada día dedicaras unos minutos a entrenar tu respiración. Así no sólo la perfeccionarás rápidamente, sino que podrás desarrollar tu sensibilidad y tomar conciencia de aspectos cada vez más profundos o complejos.
Vamos a empezar ya con la primera de todas, la respiración diafragmática.
- Te preparas tumbado boca arriba, con las piernas flexionadas y los pies apoyados en el suelo.
- Coloca una mano sobre el abdomen y la otra sobre el corazón.
- Empieza a hacer inhalaciones profundas empleando únicamente la parte inferior de los pulmones, involucrando el diafragma.
- Observa ahora cómo al exhalar los músculos del abdomen se contraen.
Ahora vamos a cambiar pasando a la inhalación intercostal.
- Vas a colocarte sentado con la espalda recta, o de rodillas sobre los talones, y vas a traer las manos apoyadas sobre los costados, en la parte superior de las costillas.
- Relaja aquí tu respiración, y primero exhala completamente, sintiendo cómo las costillas se acercan entre sí a la vez que descienden.
- Al comenzar la inhalación dirige el aire a la zona torácica, empujando con él las manos. Haz que se alejen la una de la otra.
- Observa cómo el movimiento se produce hacia arriba y hacia atrás.
- Pero únicamente en las costillas, así que debes asegurarte de que los hombros y el abdomen están totalmente relajados.
- Recuerda que este movimiento es bastante sutil y puede resultar difícil al principio, así que concéntrate bien en identificarlo y aislarlo, y no hagas un movimiento mayor comprometiendo el abdomen y los hombros.
- Sigue trabajándolo todo el tiempo que necesites
Por último vamos a practicar la inhalación pectoral, la que se produce en la parte más alta del pecho.
- Coloca esta vez una mano delante de los hombros y otra sobre las costillas, en su parte frontal, justo debajo del pecho.
- Ahora toma una inhalación llevando el aire hacia esta zona y concéntrate en sentir el efecto del pectoral mayor.
- Sentirás que el esternón se eleva a la vez que las costillas inferiores se expanden y separan.
- Ahora coloca los dedos bajo las clavículas tocando las costillas a la vez para poder sentir el efecto del pectoral menor.
- Es importante que los hombros se mantengan relajados, pero asegúrate de llevarlos hacia atrás y dejarlos pegados a las costillas posteriores.
- En esta posición lleva conscientemente la atención de la inhalación a las clavículas y siente cómo se abre el corazón.
- Puedes cambiar entre la primera posición y esta última para sentir la diferencia entre el pectoral mayor y menor en cada inhalación.
Recuerda que es un ejercicio para refinar tu sensibilidad, así que requiere que lo hagas concentrado y tranquilo. Vuelve a él siempre que quieras, y no tengas miedo de adentrarte en tu respiración. Cuanto más la conozcas y la experimentes en tu propio cuerpo, mejor podrás crear el espacio necesario para ella, para invitarla a formar parte de tu día a día.
Ahora vamos a pasar ya a hacer una meditación en la que vas a poder mejorar la capacidad de tus pulmones. Te animo a repetirla y a practicarla durante 40 días seguidos, o al menos a hacerla parte de tu rutina, porque puede crear cambios realmente positivos y enriquecer toda tu vida.
Meditación para la eficacia y capacidad aeróbica
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Postura: en postura Fácil, Sukhasana, apoyas las manos en las rodillas.
- Ojos: cerrados.
- Inhala profundo haciendo una respiración completa, llena al máximo la caja torácica y manténel pecho elevado. Sostén aquí el aire y fija la lengua en el paladar, presionando hacia arriba por detrás de los dientes. Mientras aguantas el aire dentro empieza a flexionar la columna hacia delante y hacia atrás, a un ritmo rápido y fluido, sin pausa y sin soltar nada de aire. Haz que la columna se estire bien en ambos sentidos, vigilando que no se doblen los codos ni se muevan los hombros. Este ejercicio en Kundalini Yoga se llama Flexiones espinales. Cuando no puedas mantener más tiempo el aire dentro frena con la columna recta, exhala, y vuelve a comenzar.
- Tiempo: 5 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire dentro unos segundos y después relaja con la exhalación.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.